En esta ocasión les comentaré sobre la experiencia de adentrarnos en el Sendero Oncol y caminar entre altos árboles.
La sensación de presenciar un ecosistema con tanta vida e historia, motivó a que intentase captar la belleza de semejante longevidad… Con certeza, albergaba la esperanza de poder fotografiar alguna de las aves que encuentran refugio en la reserva, aunque para fotografiar aves se necesita de preparación, tiempo y paciencia…
Adentrarse en la selva y recorrer senderos, siguiendo las reglas, suele ser una experiencia bien agradable y sana. A propósito de la altura, el grado de dificultad no es alto y las rutas están diseñadas para la recreación; asumir una actitud responsable es de vital importancia para disfrutar de este ecosistema único que es la selva valdiviana. (continuará)